DAR Y RECIBIR SON UNO EN VERDAD.
En nuestro mundo de hoy, se nos ha hecho creer que si damos algo, perdemos algo. Nos mueve la competencia y siempre buscamos el estatus social como el mayor logro para hacernos felices. Buscamos la realización al adquirir cosas creyendo que nuestro valor está determinado por lo que poseemos.
Entonces, naturalmente, si obtenemos nuestro sentido de autoestima de lo que está fuera de nosotros, sentiremos que al dar, perdemos una parte de nosotros mismos. Sin embargo, la ley de causa y efecto nos enseña lo contrario, porque lo que das es lo que recibes. De hecho, es la ley más fácil de experimentar por uno mismo. Cuando sueltas algo, tus manos estarán libres para recibir lo que vendrá.