EL PERDÓN OFRECE TODO LO QUE DESEO

EL PERDÓN OFRECE TODO LO QUE DESEO

El perdón llega en el momento en que tu corazón y tu mente se unen para liberar un agravio que tenías. Ya no sientes dolor o estrés por el recuerdo de una experiencia desagradable y una sensación de paz reconstituyente reemplaza la queja. El perdón se trata de recuperar y conectar con esa parte de ti que permitiste enterrarse bajo el peso del resentimiento. Muchas veces decimos erróneamente que hemos perdonado a alguien pero en el fondo pensamos 'perdonar pero no olvidar'. Definitivamente esto no es perdón. El perdón es un acto tan transformador que no sólo ha sanado tu pasado, liberándote de las garras de una queja, sino que también ha asegurado la paz para tu futuro. Además de eso tu alma, que nunca muere y vive en el Presente eterno, realmente experimenta la vida plenamente como un presente. ¿Qué más podrías pedir o querer?

Dar y recibir son uno en verdad

DAR Y RECIBIR SON UNO EN VERDAD.

En nuestro mundo de hoy, se nos ha hecho creer que si damos algo, perdemos algo. Nos mueve la competencia y siempre buscamos el estatus social como el mayor logro para hacernos felices. Buscamos la realización al adquirir cosas creyendo que nuestro valor está determinado por lo que poseemos.

Entonces, naturalmente, si obtenemos nuestro sentido de autoestima de lo que está fuera de nosotros, sentiremos que al dar, perdemos una parte de nosotros mismos. Sin embargo, la ley de causa y efecto nos enseña lo contrario, porque lo que das es lo que recibes. De hecho, es la ley más fácil de experimentar por uno mismo. Cuando sueltas algo, tus manos estarán libres para recibir lo que vendrá.

Déjame aquietarme y escuchar la verdad

DÉJAME AQUIETARME Y ESCUCHAR LA VERDAD

Es tan fácil perderse en nuestras actividades diarias y no tomarse el tiempo para simplemente detenernos, respirar y sintonizarnos con nuestros corazones, donde se encuentra la base de nuestra verdad. Nos refugiamos en el ajetreo de nuestros pensamientos, dando prioridad a la "idea" de tener tanto que hacer mientras deseamos desesperadamente mantener todo bajo control. Atrapados en esta vorágine de ruido e inquietud innecesarios, no tenemos el control en absoluto. Estamos ocupados por las cavilaciones de la mente, nos distraemos con facilidad y, en última instancia, la mente se siente dispersa.

Paradójicamente, la vida funciona mejor cuando renunciamos a la necesidad de controlar y permitimos que la vida siga su curso. Rendirse no significa caer en el abismo de la pasividad, porque rendirse requiere estar activamente alerta escuchando el corazón.

Por citar a Eckhart Tolle, "la quietud habla". Por lo tanto, tómate un tiempo todos los días para guardar cinco minutos de silencio con la mayor frecuencia posible y sucumbir a tu paz interior diciendo: "déjame aquietarme y escuchar la verdad". Tu corazón te responderá sin duda.

Los milagros se ven en la luz

LOS MILAGROS SE VEN EN LA LUZ.

Un milagro es un cambio en la percepción de un pensamiento basado en el miedo a un pensamiento basado en el amor.

 A menudo creemos que un milagro solo puede ser un evento bíblico extraordinario, como la partición del Mar Rojo. Nada mas lejos de la verdad. Ocurre un milagro cuando en un momento de oscuridad estás dispuesto a pensar que posiblemente podría haber otra opción de lo que parecía ser un problema aparentemente insuperable. 

El desafío es atreverse a mirar algo de otra manera abriendo tu corazón a otras posibilidades. Si lo haces, siempre te conducirá hacia la luz. La luz en la que se pueden ver los milagros simplemente significa que puedes mirar cualquier problema desde un ángulo diferente y así alcanzar una nueva comprensión del mismo. Con los ojos y el corazón abiertos a nuevas posibilidades, seguramente surgirá un milagro.

La luz, la dicha y la paz moran en mí.

La luz, la dicha y la paz moran en mí.

Muy a menudo nos enfocamos en lo que percibimos como nuestros fracasos y el lado oscuro de nuestra personalidad. Nos obsesionamos con algo que no nos gusta de nosotros mismos y lo usamos constantemente como excusa para flagelarnos. Este comportamiento recriminatorio sólo sirve para mantenernos en la rueda del sufrimiento y siempre a merced de nuestro ego crítico. Pero lo que debemos comprender es que, si hay oscuridad dentro de nosotros, también tenemos luz. Si experimentamos dolor, la alegría también está a nuestro alcance. Y cuando estemos en el punto de no poder más, aparentemente envueltos en el caos, que sepas que hay un lugar de absoluta quietud dentro de ti.

El amor me creó a su semejanza

“El amor me creó a su semejanza” parece ser una de las muchas frases de moda hoy en día. Es difícil conectarse e identificarse con esta afirmación porque parece muy simple. De hecho, es totalmente contraria a la imagen negativa que te has fabricado de ti mismo, que es un producto del Ego. El Ego te empuja a compararte constantemente con los demás, lo cual es la trampa de la autoestima. Según consideres que están los demás en relación contigo, tu autoestima aumenta o disminuye y, por lo tanto, nunca es estable.

Sin embargo, la autovaloración es todo lo contrario a la autoestima. No está determinado por comparaciones. Self-worth proviene de saber que eres merecedor de amor indiscutiblemente. Verdaderamente reconocer y aceptar que el Amor te creó a su semejanza y se convierte en tu forma de ser en el mundo. Cuando encarnas la verdad de quién eres, has alcanzado la dimensión atemporal del Amor Puro, la realidad inmutable.

¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

Un resentimiento es realmente una petición para que algo sea diferente y, en la mayoría de los casos, está dirigido a otras personas. Tendemos a creer que la fuente de nuestros problemas se debe a que los demás no cooperan con nuestros objetivos. Una queja puede compararse con un tren que te lleva de un lado a otro del punto A al punto B. Un ciclo interminable que no te lleva a ninguna parte excepto a tí y a tu problema percibido. A nivel energético, los resentimientos se almacenan en nuestro campo energético. Actúan como un velo espeso que impide la entrada de luz. De ahí la necesidad de un milagro que los reemplace. Creemos que un evento mágico y extraordinario define un milagro como si alguien se sanara de una enfermedad incurable. Pero un verdadero milagro en realidad es cuando experimentamos un cambio en nuestra percepción de un pensamiento basado en el miedo a uno de amor. Cuando elegimos darle a nuestro/a hermano/hermana el beneficio de la duda en lugar de culparlo por cualquier situación desagradable que experimentemos, ha ocurrido un verdadero milagro. Que comience la sanación. Dejemos que los milagros reemplacen todos los resentimientos.

Mi voluntad es que se haga la luz

MI VOLUNTAD ES QUE SE HAGA LA LUZ. LA OSCURIDAD NO ES MI VOLUNTAD. YO SOY LA LUZ.

Cuando dices estas palabras con convicción, no solo remodelas tu perspectiva de la vida, sino que también transformas la forma en que vives tu vida. Este es verdaderamente el camino a seguir. Al querer que haya luz en cualquier situación de conflicto, estás ordenando directamente que la comprensión supere cualquier discordia.

No solo es suficiente adoptar esto como tu mantra interno diario, sino que hay que ponerlo en acción. De manera lenta pero segura, transformarás y erradicarás los patrones de pensamiento negativos y, literalmente, comenzarás a ver las cosas ‘bajo otra prisma de luz diferente’. Ese es el camino a la iluminación.

QUE NO ME OLVIDE DE MI FUNCIÓN. QUIERO PERDONAR Y SER FELIZ.

Hay un momento en nuestra vida en el que la inocencia que teníamos de niños se desvanece y la culpa se apodera de ella. Lo que nos resultaba natural cuando éramos niños, las muestras espontáneas de afecto y la risa, se censura a medida que nos socializamos para que creamos que hablar con un extraño es peligroso y que demasiada risa no está bien. Se nos dice que seamos "buenos" delante de los adultos, indicándoles a los niños que simplemente ser quienes son no basta. Aquí es donde aprendemos a culpar a los demás por lo que en el fondo creemos que son nuestros propios defectos. Creamos un personaje para ocultar aquello que pensamos que son las partes propias que no son amables e imperdonables, alejándonos de nuestro verdadero Ser. El resultado es una brecha entre nuestro Yo auténtico y el personaje que hemos creado. En este espacio nos sentimos perdidos, separados, alienados y temerosos del mundo. Nos perdemos más allá del reconocimiento. Es importante comprender que todos tenemos una función compartida, que es perdonarnos a nosotros mismos por las supuestas deficiencias. Porque en realidad no tenemos otra opción si queremos ser felices. Una vez que se quita el sentimiento de culpa y la necesidad de culpar disminuye, surge sin esfuerzo la felicidad innata con la que nacemos.

El amor de Dios es mi sustento

“El amor de Dios es mi sustento.” (“Dios” aquí no se refiere a ‘Dios’ en el contexto de ninguna confesión religiosa con lo que estamos familiarizados sino con el Bien Mayor dentro de cada uno que nos conecta al Universo.)

Esta lección de Un Curso de Milagros es un recordatorio de que el Amor Incondicional siempre está disponible para tí en cualquier momento. Creer que el Amor de Dios te sustenta no puede ser una búsqueda del intelecto sino que más bien ha de ser una experiencia sentida a nivel vital. A pesar del mundo de la separación individualista que el Ego nos haría creer que existe como nuestra única elección, hay una verdadera realidad donde existe una Energía Amorosa que sustenta todo. Es una Energía omnipresente que lo envuelve todo y que actúa como un tapiz que entrelaza toda forma de vida que nos reconecta con la Fuente Única. El Amor de Dios (Amor Incondicional)  es una experiencia compartida y al recordar y declarar que te sustenta requiere que lo pongamos en el centro de toda relación que mantengamos, incluso en los encuentros con gente desconocida. Esta es la hoja de ruta que nos tiende el Curso - el camino más seguro para sentir el Amor de Dios es a través de compartirlo activamente con los demás. Cuánto más Amor compartas, más Amor recibes.

Esta es la lección 50 de Un Curso de Milagros.* Un Curso de Milagros es un plan de estudios para aquellos que buscan despertar y ver la vida de otra manera. La premisa subyacente es que el mayor "milagro" es el acto de lograr plena "conciencia de la presencia del amor" en la propia vida.

No hay nada que temer.

NO HAY NADA QUE TEMER. SIMPLEMENTE CONFÍA.

El miedo es el total opuesto de la confianza. La confianza es la absoluta ausencia del miedo. La mejor manera que tengo para describir los dos conceptos es con la imagen de una cruz. El eje horizontal representa el tiempo lineal y el miedo. Percibimos el tiempo de manera lineal, viendo el pasado a nuestra izquierda y el futuro a la derecha en una línea recta. Cuando tememos algo, siempre lo conectamos a una situación pasada donde algo nos falló y proyectamos el mismo resultado a un momento futuro. Si abres los brazos y te imaginas que te estiran hacia la izquierda (el pasado) y hacia la derecha (el futuro) a la vez, verás que sería imposible porque no puedes ir en dos direcciones a la vez. Visto así, podemos comprender quan agotador es el miedo a nivel energético. Te nubla la percepción y como consecuencia, te debilita.

El eje vertical de la cruz simboliza el Presente Eterno y nos conecta tanto a la Madre Tierra como al Universo a la vez. A diferencia del intento imposible de ir en dos direcciones al mismo tiempo, nuestra propia verticalidad se nutre del flujo constante de las energías telúrica y cósmica que se mueven simultáneamente. Cuanto más conscientes seamos de nuestra conexión con la Madre Tierra y el Cosmos, más enraízados y estables nos sentimos y menos inclinación tendremos a permitir que nos invada el miedo. Nos sentiremos más abiertos a los retos vitales y estaremos más alineados con el Presente momento. La confianza es un resultado natural de reconocer nuestra relación con la Inteligencia Divina inherente en la naturaleza y el Universo. Una vez forjada esta relación, la confianza se convierte en sinónimo de una sabiduría interior de que realmente no hay nada que temer. Simplemente confía.

Esta es la lección 48 de Un Curso de Milagros.* Un Curso de Milagros es un plan de estudios para aquellos que buscan despertar y ver la vida de otra manera. La premisa subyacente es que el mayor "milagro" es el acto de lograr plena "conciencia de la presencia del amor" en la propia vida.